Texto de editorial aparecida en Enero del 2012
De nuevo la comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) y todas las partes que lo conforman han perpetrado la burla anunciada y han incrementado el salario mínimo en 4.1% (cuatro dolares con ochenta centavos diarios) con el patrocinio oficial de la Secretaria del Trabajo.
Es evidente que un incremento mayor al 8% desestabilizaría la economía, pero aunque existe una conciencia total de que los salarios son infrahumanos, la pomposa, inútil y ridícula Comisión, ha decidido seguir existiendo y por consecuencia mantienen los sueldos de sus funcionarios internos y por otra parte la plataforma que significa, políticamente el pertenecer a tan “gloriosa institución” y continuar mofándose de los Mexicanos, sacando la consabida tajada del presupuesto.
Es evidente que el aumento de un mes a otro, de un 180%, que según cálculos de diversos analistas, es el monto de lo rezagado de los mínimos, provocaría inimaginables consecuencias en las finanzas del país. Pero nos preguntamos ¿acaso no seria mas factible por ejemplo que en un año se ajustaran los mismos en una escala programada para tratar de alcanzar la meta de tener un sueldo mínimo real en un periodo de digamos 6 a 10 años?.
La tendencia que predomina cada día más alrededor del mundo desde China, tradicional país con salarios bajos hasta Bolivia, es la de aumentar el salario, con la logica de que siendo este el motor basico a final de cuentas de la economía de un país, y en especial en paises como el nuestro donde la exportacion solo beneficia al Gobierno y a los grades empresarios.
La ¨Comision plantea en el ultimo comunicado de Diciembre que su objetivo es apoyar la supervivencia y creación de micro, pequeñas y medianas empresas, que son las mayores generadoras de empleo en el país, elemento fundamental para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y sus familias.¨
Manifestando también de manera indignante y penosa su determinación de que se continúe el próximo año, revisando los salarios contractuales en la más amplia libertad de las partes, dentro de las condiciones específicas de cada empresa, tomando en cuenta su productividad, competitividad y la imperiosa necesidad de generar empleos productivos, de manera que el incremento que se determinó a los salarios mínimos, no sea la base ni el límite para las revisiones contractuales, sino que se considere la capacidad económica de cada empleador, su subsistencia y la necesaria reinversión del capital.
Pero al final de tanta palabreria dejen en una espantosa orfandad de Gobierno, a todas las familias empleadas pues no cuentan con un a organismo que verdaderamente vele por su interes y determine un mínimo constitucional, pues como siempre la tan mencionada Comisión sólo viola anualmente el espíritu de la Ley, no soportando un salario digno que es obligación y garantía de todo mexicano.
Lo que digan los señores comisionados por adelantado les decimos…. son vergüenzas…
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